El director Edgar Wright hace una estupenda adaptación del cómic canadiense del mismo nombre (Algunos le llaman novela gráfica). Al inicio de la película se nos presenta a Scott Pilgrim un chico de 22 años que en este momento se encuentra saliendo con Knives Chau, una muchacha de rasgos asiáticos cinco años menor que él.
Pilgrim es el bajista de una banda de rock de nombre Sex Bob-Omb (Una clara noción a las bombas que salen en el videojuego Super Mario Bros). Poco después Scott conoce a Ramona Flowers, una joven estadounidense a quien le gusta pintarse el cabello de distintos colores una vez a la semana (rosa, azul o verde) que se mudó a Canadá para alejarse de su pasado.
Sin embargo, para poder conquistar el amor de Ramona, Pilgrim tendrá que enfrentarse a cada uno de los ex novios de esta. Es gratificante ver cómo un realizador es capaz de mezclar tres conceptos distintos (los videojuegos, el manga y el cine) de una forma tan natural.
Por ejemplo, algunos sonidos (la campana escolar) se muestran de manera onomatopéyica, en tanto que al momento de comenzar los enfrentamientos, no faltarán las alusiones propias a este tipo de juegos de vídeo (KO, FIGHT etc.).
Lo más importante es que desde la primera batalla vemos que el personaje principal va aprendiendo una lección y por lo tanto va madurando poco a poco hasta llegar con el jefe final.
Es una buena película que puede observarse desde distintas aristas. Si la analizáramos desde el punto de vista estético, nos tendríamos que fijar en varios aspectos que están colocados ahí con bastante sutileza, pero que ayudan a que la cinta se vea como si estuviéramos dentro de un juego de rol.
Cada ex novio (e inclusive ex novia) es distinto al otro. Una cosa que me gustó es que ya sea en el vestuario o en alguna parte del escenario, se nos indica de manera gráfica el número de oponente al que Pilgrim deberá enfrentarse.
Otra cuestión sumamente disfrutable es que en el momento en el que los enemigos son derrotados, estos se convierten en monedas y dicho crédito se le suma a Scott como un tipo de enseñanza.
También me gustó el instante en el que fuimos trasladados a una parodia del cine que se hace en la india durante el primer enfrentamiento, aunque sin llegar al exceso que vimos en Slumdog Millionaire (hablaremos de ella en otra ocasión).
Creo que a esta cinta le sobran al menos 20 minutos, mas no por ello deja de ser un producto “nerd” muy equilibrado. Esto es lo que seguramente quiso hacer Adam Sandler con su fallida Pixels, pero ni siquiera le llega a los talones a lo conseguido por Wright.
¿Logrará Scott Pilgrim conquistar el corazón de Ramona o preferirá quedarse con Knives Chau? Descúbrelo en tu sala de Arcadias favorita, depositando una moneda.
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