Mi primer acercamiento con Star Wars, fue cuando yo tenía 13 años. En el verano de 1997, la FOX decidió reestrenar la saga original
en cines por tiempo limitado. Todavía recuerdo que fuimos mis papás y yo a
verlas en unas salas que estaban certificadas con THX.
Después me enteré de que ese montaje se trataba de una
edición especial, es decir, que tenía algunas escenas añadidas y/o mejoradas
con efectos de computadora. El punto es que me volví un fanático de esta serie
de películas. Tanto fue así que acudí a las 3:00 de la mañana a la Premier del
Episodio 1 The Phantom Menace, pero
esa es otra historia que contaré más adelante.
En el momento en el que me enteré que Disney había comprado los Lucasfilm,
tuve la esperanza de que en algún momento la empresa del ratón sacará a la
venta las ediciones sin alteraciones de la trilogía original. (Quizás eso suceda
pronto).
Además, se anunció que se firmarían tres episodios nuevos a
la par de historias independientes, mismas que ayudarían a expandir este
universo galáctico. La primera de ellas se estrenó el diciembre pasado y llevó
por título Rogue One.
El primer acierto que tiene es que se aleja por completo de
sus predecesoras, ya que justamente se trata de un Spin Off y no de una precuela o de una continuación. Es decir, es
un producto con identidad propia que, aunque en determinado momento haga
referencia a personajes clásicos, no depende en ningún momento de ellos.
De las nuevas incorporaciones, me gustaría resaltar el
trabajo que hacen tanto Felicity Jones
y Diego Luna. Jyn Erso y Cassian Andor
respectivamente. Debo decir que Luna nunca me ha parecido el gran actor que
siempre nos tratan de vender.
Sin embargo, en esta ocasión lo hace extraordinariamente
bien. Es más, el mismo presta su voz para la versión en español, cosa que sólo
he visto en casos especiales como con el trabajo realizado por Antonio Banderas con el personaje del
Gato Con Botas y Mario Moreno Cantinflas
para la versión en castellano de La
vuelta al mundo en 80 días.
Otro histrión notable es Alan Tudyk, aunque este sólo escuchamos su voz, puesto que
interpreta al robot K-2SO. Por
cierto, hay varios momentos de humor a lo largo de la cinta. Sin embargo, los
“chistes” y situaciones cómicas no cansan para nada.
La tensión que se vive en las batallas, nos recuerda a
varias famosas cintas de guerra y eso es refrescante, sobre todo para los que
queremos nuevas aventuras y no sólo remakes bien hechos, como ocurrió con el
Episodio VII.
Por su parte, Gareth
Edwards, realiza un atinadísimo trabajo desde la silla de director. También
me gustaría mencionar a Greig
Fraser por su estupendo trabajo de fotografía.
Rogue One es aventura y acción espacial que no defraudará a
nadie. Por cierto, cabe recordar que en el mes de diciembre llega el nuevo
capítulo de la saga tradicional titulado The
Last Jedi, en donde tendremos la oportunidad de volver a ver a Luke Skywalker.
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