Logan es una película muy distinta a las demás de la saga de los
X-Men, comenzando por su
protagonista. Obviamente me refiero a Hugh
Jackman, a quien el paso de los años le ha sentado muy bien, tanto es así
que pienso que se ha convertido en un mejor actor.
Wolverine fue el personaje que catapultó a la
fama a este histrión de origen australiano, en el año 2000, aún y cuando su
contraparte de los cómics era muy distinta a él. “Lobezno” como se le conoce en España, mide apenas 1 m 60 cm, siendo
que Jackman es 28 cm más alto.
Sin embargo, su
carisma hizo que rápidamente se ganara el cariño tanto de los fanáticos de las
historietas como de los cinéfilos en general.
En la cinta
dirigida por James Mangold
encontramos a un James Howlett, sin
aspiraciones, convertido en un chofer de limusina. Por lo que podemos observar
en la secuencia de apertura, su cuerpo y hasta sus garras ya no son lo que eran
antes.
Luego cuando
éste llega a su casa, vemos a otro viejo amigo, el profesor de la academia X
para jóvenes mutantes, Charles Xavier
(Patrick Stewart), un nonagenario
que ahora sufre de delirios y hasta cierto punto de Alzheimer.
Al poco tiempo,
la rutina de Wolverine cambia por completo, cuando debe llevar a Laura (Dafne Keen), una niña con capacidades casi idénticas a las de él, a
un lugar en donde esté a salvo de una organización criminal que se encarga de
llevar a cabo experimentos con infantes.
Las escenas de
acción son acertadas y poseen un tratamiento muy crudo. Es decir, la violencia
que se muestra en la película no es apta para menores (por eso en nuestro país
obtuvo la clasificación C).
Sin embargo,
pienso que esto más que un capricho del director fue para desmitificar la forma
en la que los superhéroes pelearían en realidad. Y es que con productoras como
es el caso de Marvel, jamás seremos
testigos de una situación fuera de lugar, puesto que justamente Disney se
dedica a hacer películas de corte familiar.
A lo largo de
su viaje, el héroe descubrirá su verdadero propósito de existir. Ese que ni
siquiera la implantación de adamantium
en sus huesos pudo quitarle. Me refiero a que logan es un “pistolero solitario”
moderno que siempre ayuda al desamparado, aunque quizás tenga un alto precio
que pagar por ello.
También se
explora la relación familiar entre Wolverine y su figura paterna, es decir,
Charles, vínculos que se han venido trabajando desde las películas dirigidas
por Bryan Singer y el nexo inherente
entre Logan y Laura.
Logan es un
western crepuscular que dejará satisfechos a la mayoría de los fans.
Pronto
haré la reseña de mi película favorita de este género. Estoy hablando de Unforgiven, una joya dirigida y
protagonizada por el inigualable Clint
Eastwood.
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