miércoles, 29 de marzo de 2017

Review: Dallas Buyers Club 2013

Review: Dallas Buyers Club 2013

Dallas Buyers Club es la película que completó la transformación de galán a actor de verdad de Mathhew McConaughey. aquí dicho histrión interpreta a Ron Woodroof un electricista, que además es vaquero en un rodeo. Aparte, le encanta beber, consumir drogas y acostarse con prostitutas.

Después de sufrir varios desmayos sin razón aparente, pierde el conocimiento mientras se encuentra trabajando. Luego de un tiempo abre los ojos y se da cuenta de que está tumbado en una cama del hospital. Uno de los médicos que le atiende le dice que ha 
contraído el virus del VIH o SIDA.

Cabe aclarar que la cinta se encuentra situada a mediados de la década de los años 80, cuando se pensaba erróneamente que esa enfermedad, sólo la podían contraer aquellas personas que compartieran una jeringa o bien los homosexuales.

Los doctores le prescriben a Ron un tratamiento basado en AZT, pero luego éste se entera de que participa en un experimento en el que hay dos grupos. A uno de ellos le darán la medicina real, en tanto que al otro le otorgarán únicamente un placebo.

Posteriormente, hace un trato con uno de los empleados del hospital, quien le proporciona el fármaco correcto, hasta que el experimento se agota.
Cuando esto ocurre, el enfermero le indica a Woodroof, que su mejor opción para continuar con vida es ir a México a recibir la ayuda de un doctor que ofrece tratamientos alternativos.

Ese viaje le servirá a Ron para dos propósitos fundamentales: Saber que hay medicamentos que están prohibidos en su país, pero que al parecer dan mejores resultados que los autorizados por la FDA.

Mientras tanto, el segundo propósito tiene que ver con la puesta en marcha de un negocio de venta de fármacos, al cual denominará como un “Club de desahuciados”. En eso, hará amistad con Rayon (Janed Leto), un travestí al que también se le ha dignificado el virus del SIDA.

Completa el elenco estelar Jennifer Garner, como la doctora Eve, una mujer que se preocupa por sus pacientes y que inclusive en algún momento cuestionará el sistema de salud de su país.

Pese a todo lo anterior, debo decir que la cinta no consigue conmover al espectador como se espera. No obstante, vale la pena echarle un vistazo, sobre todo para apreciar las interpretaciones (y desde luego cambios físicos) de McConaughey y Leto.

Quizás la falta de fuerza del filme se deba a que se trata de “hechos reales” suavizados para que el gran público no se sienta ofendido, al tratar temas relacionados con el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida.

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