Revisemos ahora esta película dirigida por el chileno Pablo Larraín, la cual se centra en
recrear una entrevista que se le hizo a la ex primera dama de los Estados
Unidos de América, Jacqueline Kennedy “Jackie”
luego del asesinato de su esposo John F Kennedy.
Muchísima gente alaga el
trabajo de Natalie Portman en esta
cinta, argumentando literalmente que “borda el papel”. Debo confesar que antes
de hacer esta pequeña reseña, busqué varios vídeos en YouTube de la Jacqueline Lee Bouvier original, pues
me parecía que el tono de voz de la actriz además de sobreactuado era un tanto
caricaturizado.
Sorprendentemente, me di cuenta de que tanto las
gesticulaciones como la tonalidad en la que la viuda de JFK articulaba las
palabras, era casi idéntica a lo que hacía Portman. Sé que no es raro que esta
actriz de origen israelí nos entregue trabajos de notable calidad, pues ya lo
hizo en películas como “León” o “El Cisne Negro”.
No obstante, creo que en esta ocasión se le pasó un poco la
mano y se limitó a hacer una buena imitación. Y digo imitación porque en cuanto
a la caracterización, todo en Jackie falla estrepitosamente, comenzando por la
peluca de la protagonista.
El vestuario cumple, pero se queda a años luz de lo que
debería reflejar el mítico traje rosado confeccionado por Chanel, que la señora Kennedy llevaba el día en el que Lee Harvey
Oswald asesinó a su marido en el estado de Texas.
Si seguimos hablando de imitadoras, me quedo con Katie Holmes en la serie de los Kennedy
emitida en televisión hace algunos años. Al menos ella le daba a Jackie el aire
aristocrático que debe tener.
Tampoco me gustó que casi se omitiera por completo a la
familia de JFK, pues ellos al igual que el ex trigésimo quinto presidente de la
unión americana son uno de los “clanes” más conocidos a nivel mundial. En otras
palabras, creo que les hubiera favorecido el añadir un poco más de trama
política.
Recapitulando, Jackie es una película que sigue
correctamente las reglas convencionales del cine. Es decir, tiene una buena
ambientación, aceptable fotografía y una actuación destacada de su
protagonista. Sin embargo, el ritmo es muy lento y el resultado final es
francamente flojo (Me dormí más de tres veces durante su metraje).
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