El abuelo que saltó por la ventana y
se largó es una
película basada en el Best Seller del
mismo nombre escrito por Jonas Jonasson
y publicado en el año de 2009 en Suecia. Pienso que para poder encontrar lo
positivo en una obra cinematográfica que está basada en una novela, se debe
omitir la lectura de la obra hasta que se ha visionado por completo la cinta,
ya que a menudo los realizadores suelen omitir muchos detalles, sobre todo
porque la narrativa en estos dos medios es completamente diferente.
Ahora vayamos
a la película, en casi dos horas de metraje se nos cuenta la historia de Allan
Karlsson, un anciano que se encuentra recluido en un centro de retiro para
adultos mayores, después de haber volado en pedazos (literalmente) al zorro que
mató a su gato.
Es el día de
su cumpleaños número cien y por tanto una de las enfermeras está colocándole
las velas a su pastel. Sin embargo, a Allan no le interesa la celebración, por
lo que en un “arranque” decide saltar por la ventana y escapar de ahí.
Poco después
lo vemos encaminarse hacia la estación de autobuses en donde le pide al
taquillero que le dé un boleto al lugar que él decida. De su bolsillo el viejo
saca unas cuantas monedas y aguarda a que el encargado termine la operación.
Mientras está
esperando, otro sujeto entra al lugar y le dice al dependiente que le permita
pasar al baño. Entre sus pertenencias lleva una maleta grande de color negro.
No obstante, al darse cuenta de que la valija y el no pueden entrar al mismo
tiempo al sanitario le pide a Allan que se la cuide por un momento.
El anciano
accede, pero poco después recuerda que su autobús está por salir y abandona la
estación llevándose consigo el velís. Mientras sube al ómnibus, el otro hombre
que estaba en el baño lo alcanza a ver por el cristal de la puerta y corre a
perseguirlo pero ya es tarde.
Luego nos
enteramos de que el dueño original de la maleta debe entregarla a su superior a
toda costa, puesto que está llena de dinero, mismo que le pertenece a un
mafioso.
De ahí en
adelante, la trama pasa por diferentes momentos divertidos, no sólo por los
personajes que Allan encontrará a lo largo de su odisea, sino porque también el
anciano comienza a recordar cosas que pasaron durante su juventud.
Puede que no
sea la mejor película sueca de comedia que se haya hecho, pero lo que sí es una
realidad es que de vez en cuando conviene ver este cine, puesto que su manufactura
es muy distinta a las propuestas que año con año nos da el cine norteamericano.
La puedes
encontrar en Netflix doblada al
español y en su versión original subtitulada.
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